Crear un mercado transparente y eficiente en el que los derechos estén plenamente garantizados es el reto. Para eso los consumidores deben disponer de información clara que les ayude a elegir entre los suministradores. Deben tener protección frente a las prácticas de venta abusivas que les empuje a cambiar o, que les dificulte el cambio de suministrador. Evitar el riesgo de “indigencia en combustibles” protegiendo a los ciudadanos particularmente vulnerables ante los aumentos del precio de la energía.
¿Qué derechos deben tener los usuarios?
- Conexión: derecho a recibir, a cambio del pago correspondiente, servicios seguros y sin peligro de gas y electricidad, a niveles regulares y previsibles.
- Suministro: derecho a cambiar, sin coste alguno, de suministrador de gas y electricidad
- Contratos: la Carta Europea del Consumidor, indica los elementos mínimos que deben incluir todos los contratos con un suministrador de energía
- Información: sobre el suministro de energía, las condiciones del contrato, los precios y tarifas, las medidas de eficiencia energética, y el origen y el método de producción de la electricidad
- Precios: la energía debe ofrecerse a precios razonables, fácil y claramente comparables y transparentes
- Medidas sociales: proporcionar a los ciudadanos más vulnerables unos niveles mínimos de servicios de energía (electricidad, calor y luz) para evitar la indigencia energética
- Resolución de conflictos: derecho a procedimientos sencillos y baratos para tramitar las reclamaciones en caso de conflicto
- Prácticas comerciales desleales: están prohibidas en virtud de la Directiva comunitaria sobre las prácticas comerciales desleales
¿Es complicado cambiar de proveedor?
No es complicado, de hecho, en España, es el nuevo proveedor el que se encarga de hacer todas las gestiones del cambio. El tiempo máximo establecido para que se efectúe es de tres semanas. A lo que hay que prestar especial atención es a si verdaderamente existe la necesidad de ese cambio. Los mercados al por menor de electricidad se han liberalizado recientemente, y para muchos consumidores resulta complicado hacer comparaciones. La Directiva sobre eficiencia energética de la Comisión Europea prevé normas para mejorar la competencia y, en particular, la transparencia de los precios de la electricidad y el gas, a fin de que las ofertas de las compañías sean comprensibles. En España el porcentaje de cambio de operador está por encima de la media de la Unión Europea.
Tecnología eficiente para aprovechar mejor el consumo
La tecnología permite gestionar mejor el consumo energético de las viviendas. Tanto la ya existente, como la facturación en tiempo real a través del teléfono móvil o la emergente, como los contadores inteligentes y eficientes que permitirán conocer el consumo real en cualquier momento. En España deben estar instalados estos nuevos contadores en 2018.
Los ciudadanos deben implicarse en el ahorro energético
La energía que consumen las familias españolas se acerca al 30% del consumo total de energía en España, y se reparte entre un 18% en la vivienda y un 12% en el coche. Es un consumo muy parecido a la media europea. La Comisión Europea quiere que los consumidores tengan un mayor papel en la eficiencia energética. La UE importa energía de terceros países en un 50% de su consumo actual, y esa cifra podría pasar al 70% de aquí a 2030. Los ciudadanos deben ser conscientes de eso y consumir mejor con menos. Si se redujera el consumo energético de la UE en un 20% de aquí a 2020, unos 60.000 millones de euros anuales quedarían disponibles para utilizarlos en otras inversiones necesarias.
Eficiencia energética
Se pueden lograr avances importantes en el sector de los edificios, tanto de viviendas como de oficinas. La calefacción y el alumbrado de los edificios representan casi el 40% de la energía que se consume en la UE y las dos cosas podrían ser más eficientes. El nuevo Plan de Eficiencia Energética de la Comisión Europea propone medidas de ahorro que se deberán aplicar en todos los sectores económicos:
- Los organismos públicos tendrán que edificar ateniéndose a las normas de eficiencia energética y reformar cada año el 3% de los ya existentes para ponerlos al día.
- Las compañías suministradoras deberán animar a los usuarios a reducir el consumo mediante mejoras tales como sustituir calderas antiguas de calefacción o agua sanitaria caliente y aislar las casas.
- Las grandes empresas deberán hacer auditorías energéticas cada tres años.
- Los consumidores gestionarán mejor su consumo al recibir información precisa en sus contadores o facturas.
- Se supervisará la eficiencia de la transformación de energía y, en su caso, la UE propondrá medidas para mejorarla, además de fomentar la cogeneración de calor y electricidad.
¿A quién beneficiarán estas medidas y cómo?
- A los consumidores, que dispondrán de mejor información para supervisar su consumo y tener mayor capacidad de decisión sobre su factura energética.
- Al medio ambiente, ya que disminuirán las emisiones de gases de efecto invernadero.
- A los organismos públicos, que reducirán el gasto en consumo energético al utilizar edificios, productos y servicios más eficientes.
- A las economías nacionales y a la de la UE, que, además de contar con un suministro energético más seguro, crecerá gracias a la creación de empleo, sobre todo en renovación de edificios.
La mejor energía es la que no se consume. Algunos consejos
- Utilizar bombillas de bajo consumo
- No dejar encendidas luces ni aparatos
- Aislar térmicamente desvanes, cavidades en las paredes y los depósitos de agua caliente
- Bajar un grado el termostato de la calefacción
- Subir un grado el termostato del aire acondicionado
- Llenar completamente el lavavajillas y la lavadora antes de ponerlos en marcha
- Cocinar con una cacerola del tamaño adecuado
- Descongelar con regularidad el refrigerador y el congelador
- Desenchufar los cargadores cuando no se estén utilizando
- Apagar los aparatos cuando no se utilicen, no dejarlos
Fuente: Comisión Europea
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